viernes, 2 de diciembre de 2011

De reojo

'Yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no dirás nada. Las palabras son una fuente de malosentendidos. Pero cada día tú podrás sentarte un poco más cerca'.
Estaba sentado rodeado de antiguas monedas, cerámica, mapas... sentía que todo este mundo me esperaba mirándome de reojo mientras día a día mis pasos me iban acercando a la ciudad que me esperaba. Las palabras solas no bastan. A veces son una exigencia, una necesidad, una cura, una imposición, una declaración, pero hoy no bastan. Se han convertido en lanzas de una batalla, una espada pesadísima en golpes que recibo o contengo con palabras igualmente pesadas. Hoy, sentado en Palazzo Massimo doy un paso y espero en silencio a que todo se calle y ese silencio me hable como la mirada de soslayo del zorro al pequeño príncipe.

2 comentarios:

De la Riva Complementos dijo...

Cuanta verdad es estas palabras!!!

Hyperion dijo...

...y volver a quedarnos un poco callados como cuando en un precioso café gustas el sabor de un coktel de fruta con una buena amiga